+65 Años

+65Años

A medida que vamos avanzando en la vida, nuestro cuerpo empieza a dar señales de alarma. Sin embargo, no debemos adaptarnos a las limitaciones físicas reduciendo nuestro quehacer diario, pues de esta manera estamos facilitando el proceso de envejecimiento.

Si bien es cierto que es un proceso propio, gradual y dinámico que implica la disminución de las capacidades de los diferentes órganos, es importante saber que nuestros músculos, con una estimulación adecuada, tienen capacidad de cambio a lo largo de toda la vida y a través de ellos somos capaces de generar cambios en otros sistemas paralelos que ayuden a frenar el proceso de envejecimiento. Por ello, el trabajo de fuerza se vuelve imprescindible, pues aporta los siguientes beneficios:

  • Ganancia de fuerza
  • Mejoras cardiovasculares
  • Ganancia de densidad ósea
  • Mayor resistencia ante esfuerzos
  • Mejoras de movilidad
  • Mejor estado anímico

Si no tomamos medidas, las limitaciones propias de la edad pueden acabar desencadenando en problemas emocionales, al ver cómo se van reduciendo nuestras capacidades físicas y los dolores pasan a formar parte de nuestro día a día.

Es habitual normalizar estas limitaciones de movilidad, los dolores o las sensaciones de cansancio. Cuando esta idea impera, el envejecimiento gana la partida rápidamente.

El problema reside en que entendemos el envejecimiento como una fase que comporta la decadencia física y mental. Desde tal perspectiva, muchas personas optan por la reducción de la actividad física como parte de ese proceso biológico.

Desde nuestra visión y experiencia, defendemos el fomento del trabajo de fuerza seguro y controlado como la mejor forma de frenar el proceso de envejecimiento.

EL TIEMPO NO EXISTE, ES UNA UNIDAD DE MEDIDA CREADA POR EL HUMANO, LO QUE EXISTE ES LA TRASFORMACIÓN, POR LO TANTO, SIÉNTETE RESPONSABLE DE TU ESTADO FÍSICO Y PONTE EN BUENAS MANOS.

El músculo es un órgano sobre el cual podemos influir a lo largo de toda nuestra vida y que tiene capacidad de adaptación según los estímulos que reciba. Nunca podremos frenar la edad cronológica, pero entrenando la fuerza sí podemos mejorar la edad biológica. El entrenamiento de fuerza permite a este colectivo sentirse más fuerte, resistente ante esfuerzos físicos, recuperar movilidad articular (flexibilidad), reducir muchos dolores que se entendían como crónicos y mejorar su sistema cardiovascular. Todas estas mejoras en la salud física influyen de manera directa y muy positiva sobre nuestro estado de salud mental, ya que nos hacen sentir más activos y fuertes.